jueves, 19 de diciembre de 2013

La biblioteca de las palabras olvidadas

Roberto Tamayo



La biblioteca de las palabras olvidadas debería acometer una ampliación de su sede. El aluvión de obras que se arremolina en la recepción demandando un estante es incesante. Confío en que el camión antidisturbios con mangueras de agua se apiade de ellos. El valor de la palabra anda inmerso en un proceso de devaluación preocupante. Cualquier declaración muere en el momento de producirse. No hay pudor para pasar del blanco al negro pasando por el gris. Pero no se piense que esta flexibilidad es patrimonio de los españoles. Esta pandemia llega hasta Los Ángeles. Mike D`Antoni, entrenador de los Lakers, se asemeja al Gobierno de Rajoy, promete un ático en el edén y te impone un zulo en en el desierto. Su relación con Pau Gasol es indescifrable.

En cualquier organización con un mínimo de seriedad, los jefes de un departamento se dividen las vacaciones para que siempre haya uno al frente. Pero el entrenador de Gasol quiere lanzarse al emprendimiento a los 62 años. Eso sí que es pasión. El pequeño inconveniente es que su invento no funciona. Pretender que uno de los jugadores más talentosos de los últimos 10 años cambie su forma de jugar es ser un optimista. Tratar de comprender el ego de los personajes públicos resulta un ejercicio complejo. En el caso de los deportistas, el reto es mayúsculo. La penúltima ocurrencia de D`Antoni es mandar al mismo tiempo al banquillo a Kobe Bryant y a Gasol, padre y espíritu santo del equipo angelino. Resultado: el equipo entra en la fase 'Juan Palomo', yo me lo guiso y yo me lo como.

Como en cualquier discusión/negociación, una de las partes tiene la sartén por el mango. En este caso es Gasol. Primero porque no existe un jugador de su talento en el equipo. Segundo, porque resultaría una pérdida de dinero emplear el castigo del banquillo con un jugador que gana 19 millones de dólares al año (entre los siete mejor pagados de la NBA). Y tercero, porque Kobe Bryant, el que hace y deshace, está del lado del español.

Las declaraciones de D`Antoni son las de una persona que quiere demostrar autoridad, más por su cargo que por ascendencia, pero que se encuentra acorralado. Después acusar a Gasol de preocuparse solo de "cobrar su cheque a final de mes", admite que el de Sant Boi es uno de los mejores jugadores de la liga y que ha "estado fuera de control" respecto a esta polémica. En esta época de preguntas sin resolver convendría saber qué motivo ha llevado al entrenador a perder el control con Gasol.

Ahora bien, conviene no caer en el nepotismo tan instalado entre los analistas españoles de la NBA. El mejor jugador español de la historia está firmando su temporada más gris. Los achaques físicos que sufre desde octubre influyen de forma directa en su rendimiento. No olvidemos que tiene 33 años, 12 de ellos jugando en EEUU. Falla demasiados tiros y no ha conseguido imponer su jerarquía en un equipo de novatos. Su desafío consiste en olvidar sus dimes y diretes con el entrenador, la dinámica perdedora de los Lakers y recuperar su mejor nivel. Muy pocos jugadores de más de 2,10 han sido determinantes más allá de los 33 años.

Como solo he hecho una pregunta, iré a la moda y plantearé una segunda. Viendo cómo pinta la temporada con los Lakers, ¿empezará a pensar Gasol ya en el Mundial de España de 2014, que supondrá, supuestamente, su retirada de la selección?

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