viernes, 11 de octubre de 2013

¿Por qué se duda de Pablo Laso?

Roberto Tamayo




Ayer asistí a una conversación multilateral sobre españoles contemporáneos de éxito. Un hombre con acento londinense y hechuras de mandamás quería elaborar un listado. Las 15 personas que le rodeaban se miraron entre patidifusos y sonrientes. ¿Españoles de éxito? Un par de minutos después empezaron a cantar nombres. Cada pareja lanzaba uno. De los siete que enumeraron, cinco estaban relacionados con el deporte. Nadie reparó en escritores, científicos, pensadores, artistas …  Estas respuestas servirían para elaborar un estudio sociológico, pero ese es un análisis que cedo a los expertos. Despachados los nombres, se abrió otro foco de debate: ¿Es necesario tener una escala de valores para entrar en esta lista?


A punto de descorchar una nueva Liga Endesa emerge una cuestión que promete alimentar los mentideros de un pelotón de enterados. Pablo Laso termina contrato en junio de 2014 y aún no ha renovado. Desconozco la hoja de ruta prevista por los dirigentes de la sección para tratar un asunto capital. En los últimos 15 años el Madrid ha sido una trituradora de entrenadores: con apellidos castizos, con tantos acentos como para montar una escuela de idiomas, con curriculum cum laude, novatos, sargentos de hierro, conciliadores … Ninguno de ellos resistió más de tres cursos en su silla.

¿Se puede considerar a Laso un entrenador exitoso? Si lo comparamos con Pedro Ferrándiz (amén) o Lolo Sáinz es un mero aprendiz. Pero aquellos tiempos de Alicia en el país de las maravillas quedan demasiado lejos. En el caso de que ponderemos sus triunfos con los de sus antecesores durante los últimos 15 años se puede concluir sin excitar a nadie que Laso es el entrenador más exitoso en ese periodo.  111 victorias en 144 partidos le convierten, con un porcentaje de triunfos del 77%, en el tercer entrenador con mejor balance de la historia del club, solo por detrás de Ferrándiz (85%) y Sáinz (81%).

El entrenador del Madrid aglutina una suculenta cuota de parroquianos, pero también existen Laso escépticos. El diario Marca lanzó ayer una encuesta sobre la renovación de Laso. Votaron 8.883 internautas. Un 93,4% daba su beneplácito a la extensión de contrato mientras que un 6,6% se mostraba reacio. No logro conciliar el sueño pensando en esa minoría no silenciosa. ¿Quién es ese entrenador que guardáis bajo llave y que mejorará lo visto desde 2011?

Me sorprende escuchar y leer a madridistas al borde de la desesperación con el preparador merengue. Durante la estepa por la que ha deambulado el Madrid hasta 2011, el sentimiento del aficionado blanco era similar al del PP andaluz en las elecciones autonómicas: “Otra vez será”. El equipo de Laso ha levantado cuatro títulos en los últimos dos años, ha reanimado y enganchado al languidecido aficionado madridista como consecuencia de un estilo de juego rumboso. Sí, desmesurado en ocasiones, pero bendita locura. Sí, el Madrid tiene una plantilla nirvanística. Pero recuerdo que hasta hace cuatro días, ni el goloso presupuesto blanco ni la atracción del escudo eran argumentos suficientes para embelesar a determinados jugadores.

Permítame que cometa la osadía (herejía para algunos) de establecer ciertos paralelismos entre Laso y Guardiola. Si profesa usted el ‘Guardiolismo’, tranquilo, no hay comparación posible a nivel curricular. Recuperada la respiración, convendría recordar que a ambos les encomendaron la titánica tarea de dirigir a dos equipos mastodónticos cuando apenas eran unos novatos, de perfil bajo que gusta decir ahora. Los dos dotaron de identidad a sus plantillas y lograron unificar a la prensa en torno a su obra, a excepción de algún verso suelto. Y ambos han sido y son ejemplares embajadores de sus respectivos clubes sin necesidad de entregarse a la piromanía.

Laso camina por un desfiladero con pasadizos secretos y esporádicos al edén. Este trayecto ya lo recorrió Xavi Pascual en sus primeros años en el Barça. Hoy es uno de los entrenadores más asentados en Europa. Solo los trofeos amainan a los aficionados. Porque en España, admitámoslo ya, tenemos un complejo de inferioridad (o de paletismo) galopante con respecto a lo que viene de fuera. Y para conseguir esos títulos hacen falta confianza y tiempo. ¿Se los darán?


1 comentario:

  1. Ya estaba ansiosa por recuperar la práctica de entrar en el bloc. La nueva temporada se presenta interesante y no dudo que Laso sabrá llevar al Madrid con la firmeza y el buen hacer a que nos tiene acostumbrados. Ese 6,6 de la minoría silenciosa, más bien parece algo diabólico por el número tan redondo, pero Belcebú siempre tiene guardado un as en la manga. Espero que no sea para sustituir a Pablo Laso que voto porque renueve su contrato. ¡A por ello!

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